Narraciones del Pueblo Sáliba
Este un proyecto que busca sistematizar todos aquellos mitos, leyendas, cuentos, coplas, adivinanzas, canciones y demás narraciones indígenas. Nuestros antepasados han educado de generación en generación la sociedad por medio de la oralidad, en especial de los mitos que contaban en noches de luna clara reunidos todos en familia. Por tal motivo la importancia práctica de la investigación y recuperación de los estos para que en las generaciones venideras se siga trasmitiendo esta antigua tradición, no solo oral sino también escrita.
Se juega con varias personas, se agarran todos de las manos formando la figura de un corral, ya formado el corral se escoge un toreador y otro que represente la vaca. Termina el juego hasta que el toreador sea revolcado por la vaca.
Los participantes hacen un circulo, extienden las manos hacía adelante haciendo la figura de un kiosco. Se nombran las personas que van a alborotar el avispero no máximo a cinco (3), entonces los demás tienen las manos una arriba de la otra formando la casa, los que la van a alborotar le pagan una palmada a la casa, entonces el avispero se pone furiosa y corretean a los que la alborotaron hasta que los pican y ahí concluye el juego.
Se juega con varias personas, los jugadores deben de estar sentado en el suelo en fila mirando hacía una sola dirección, en este juego hay un dirigente quien le pregunta: ¿Qué palo es? luego vienen dos participantes quienes serán los hachadores, estos tendran que derribar cada árbol de acuerdo al nombre que tenga será su resistencia, seguidamente empiezan a castrar la abeja en todos los palos, al terminar castrar las abejas estas se enfurecen y corretean a los castradores(hachadores) para picarlos ahí concluye el juego.
Objetivo: Agarrar un participante del Juego.
Se juega con varias personas reunidas en un espacio abierto, se escoge una persona y se le venda los ojos con un trapo negro, los demás comiesan a tocar el oso, este los persigue hasta agarrar una de estas personas, cuando ya haya atrapado uno este ocupa el papel del oso.
Para este juego se sientan en círculo los participantes, se escoge una persona que lleva una rama en su mano, camina alredor de los participes y va diciendo zunzún de la calavera al que se duerma le doy una pela, sin que se de cuenta el que está sentado se le deja rama detrás, si no se ha dado de cuenta y alcanza a dar la vuelta se le fuetea con la rama, pero si éste se da de cuenta toma la rama y empieza dar vueltas diciendo zunzún de la calavera al que se duerma le doy una pela, y así hasta que se decida terminar el Juego.
Objetivo: Adivinar quién tiene la sortija sin que avise el que la guarda.
Se sientan en circulo los allí participes con las manos extendidas hacía atrás, se elije un dirigente y se le da un anillo mientras va caminado alrededor dice: ¡Guarde esta sortijita en el baúl de su abuelita! hasta darsela a alguno de los integrantes del juego, entonces se le pregunta al grupo quién quiere adivinar el nombre de que tiene la sortija, sí no adivina a las tres oportunidades paga penitencia tal como se la formulen los demás jugadores, el que adivine ocupa el lugar de dirigir nuevamente el juego.
Había un hombre que le gustaba cazar todos los días se iba a un caño pero un día como siempre se subió en un árbol a vigiar Galápagos, pescado, tortuga, etc., lo que viera. Cuando volvió la mirada vio una tortuga grande pero se le notaba como como pelo o lana, era raro. Quedo en posición de disparar la flecha porque no fue capaz, estaba asustado, se preguntó ¿Qué será que me ha pasar? Cuando volvió a ver hacia lado de arriba una persona venia remando en una balsa con un puyon (flecha grande) él lo observaba como se acercaba al pasar al pasar el bicho por debajo vio la sombra del muchacho, la miraba, la agarraba pero no agarraba nada cuando metía la mano.
Ya había pasado así toda la tarde se le iba oscurecer, él cansado yo, escupió cayendo la saliva al agua, el animal la agarró rápido estaba afanado, lo volvió a escupir cayéndole la saliva voltio y miro al muchacho en lo alto y le dijo ‘’usted es el que yo ando buscando todos los días, usted es el que esta acabando con todos mis animales’’ fue al tronco del palo o sacudió y cayo el muchacho a la balsa, le metía el chuzo por las narices, la boca, entre mas lo chuceaba por diferentes partes del cuerpo, hasta que el muchacho se hizo el muerto pero el animal se recostaba a escuchar si estaba respirando, pero no.
Se devolvió, mientras el animal iba remando se iba componiendo a la orilla de la balsa para dar un bote, iba en esa forma, ya estaban cerca del pueblo cuando el animal pego tres gritos avisando que llevaba la cacería como había advertido, respondieron la gente viene nuestro amo con la cacería, desde ese momento se empezó a escuchar la cabeza pa’ mi, la oreja pa’ mi, todas la partes del cuerpo la pedían, él se dijo ahora si me van a comer estos animales, estos no son gente.
Anteriormente un médico agarró un rayo por medio de su sabiduría (con un conjuro). Un día estaba bravo y el médico dijo: “voy a agarrar ese rayo”. Cuando relampagueó el médico tradicional hizo el rezo, sopló e hizo el gesto con el brazo en ademán de agarrar y le trozó el cordel, entonces cayó al suelo y quedó sentado en el patio el abuelito cabeza rojita. Después de mucho rato la abuela le soltó un cordel desde arriba para que volviera a subir al cielo.
Enseñanza: Es importante valorar la sabiduría ancestral de los mayores. De ahí la importancia de recuperar su saber que hoy nos puede dar nuevas luces. Valoremos, respetemos y consultemos a nuestros mayores sabedores.
Había un matrimonio Sáliba que el hombre todas las veces que la esposa daba a luz salía a mariscar. La madre lo aconsejaba que cuando tuviera niño recién nacido no saliera a esta actividad, porque él bebe llora toda la noche y se quiebra por el pecho hasta morir, ya que los faunodus lo flechan.
Él ese día no tenía nada de carne y salió a mariscar llevando un perrito y las pullas yéndose a coger cachicamo, encontrando uno en la sabana y este se encuevo. El hombre escarbo y escarbo pero de tanto escarbar el cachicamo se lo llevó para debajo de la tierra donde había otra sabana. La familia lo buscó y encontraron solo el perrito que quedó junto al arco y las flechas a la orilla del hueco. Entonces ellos rezaron oraciones y a los cuatro días salió por la tardecita. Cuando llegó a la casa, la mujer le preguntó que para dónde andaba, y él dijo que un cachicamo se lo llevó y estuvo donde esa gente que no tiene culo. Ellos al verlo ensuciar le pidieron que le hiciera culo y el rezó la punta de un arco, rotándole donde tenía bien licito.
“Mamá, usted verdad que me aconsejaba mucho, ahora yo no puedo estar con ustedes, me voy porque no puedo comer comida hecha por ustedes. Si como me muero, ella puede conseguir otro marido cuando crezca el niño, ayúdenle a ella”. “Hijo, yo te aconsejé mucho y te enseñamos rezos para salir a mariscar pero usted no aprendió”.
“Cuando yo estaba ensuciando, una cachicamita se me acercó y le pegué en la cabeza, matándola, pero ésta tenía dueño”. Por la tarde estaba llamándola ¡Ducunai! ¡Ducunai!. Entonces mi mujer cachicama me pregunto: “¿usted será que mató esa cachicama?”; llevándola donde estaba ya morada comenzó a rezarla hasta revivir. Al revivir se fue a donde el dueño media borracha y este preguntó: “¿a usted que le pasó?”. Respondió “Yo no sé qué será que me pasó, me quedé dormida”. Eso le dijo a la madre desapareciendo de nuevo.
El hombre aprendió el rezo del cachicamo y vino a enseñarlo a esta tierra, por eso es que cuando alguien se priva pueden volver a revivirlo.
Enseñanza: Hay que estar pendiente porque muchos de esos rezos son enseñados durante el sueño por sabedores que han partido de este mundo. No podemos ser tan incrédulos.
Se recomienda que cuando el niño esta recién nacido el marido no debe salir de la casa para estar al cuidado tanto de la esposa como del recién nacido, y debe prever antes lo que va necesitar.
Era una muchacha que no hacía caso. La mamá le dijo que no se bajara del chinchorro que estaba en lo alto porque tenía su primera menstruación. La madre se fue a sacar yuca para hacer casabe y darle pescado rezado pero ella no hizo caso y se fue al caño acostándose en el puente y observando un pescadito llamado coli rojo, y le dijo: “¿uhy tan bonito!’’. Llegaron los familiares de la muchacha a la casa pero no había nadie, saluEdaron, preguntaron para donde se fueron la gente y el Pabón que estaba asado contestó: ‘’yo no los vi para donde se fueron porque tengo los ojos ahumados, pero yo los escuché que por aquí pasaron hablando’’. La muchacha escupió en el caño, el pescadito recogió esa saliva y se la comió. Ella se fue a acostarse otra vez.
Después comenzó a llover y todo se inundó y de un rato a otro el nivel del río subió y llegaron toda clase de pescados a bajarla. Como ya tenía Pabón asando para rezarlo le preguntaron: “¿dónde está la muchacha?”. Le respondió el Pabón: “allá en lo alto yo la escucho. No la miré bien porque tengo los ojos ahumados’’. Los pescados celebrando hacían música, el carrizo tocaba maraca junto con el paletón que tocaba carrizo (flauta), por eso se le desgastó la parte de abajo de la cabeza. Tocaban tambores y otras clases de instrumentos debajo de la casa.
Mandaron al valentón que la bajara, pero este por lo pesado no alcanzó a brincar alto. Mandaron el amarillo igual, la payara brinco alto pero quedo colgada de los dientes, el agujón brinco pero paso por encima y así todos los pescados hicieron el ensayo de bajarla pero no pudieron quedaba el colirojo, brinco y le cayó en el pecho de la muchacha y bajándola se la llevaron los pescados, que cantaban y bailaban celebrando, por eso en cada agosto sube en su ribazón que es de puras sardinas (macachula jĩã yomo). Después que esto sucedió las otras muchachas ahí sí cogieron miedo.
Pasado un año la trajeron donde la familia y les dijo: ‘’mamá ustedes que me aconsejaron, ahora yo vivo en el rio en Venezuela por los lados de Palomo’’. Dicen que ven a una muchacha que se sienta en una piedra pero allá no puede llegar cualquier persona, solo los médicos tradicionales, porque la persona que vaya se desaparece cuando se levanta un chubasco.
Enseñanza: Las hijas deben ser siempre obedientes a sus padres, especialmente cuando están en ese periodo mestrual.
Como la saliva es un fluido que hace parte de nosotros no es bueno ni de buen comportamiento estar escupiendo por todos lados, sobre todo en rio o agua porque los espíritus del rio lo flechan y puede que le duela los dientes (muela) o le produce cualquier otra enfermedad.
Era un muchacho que vio una samura que estaba subida en un árbol y le dijo: ‘’si usted fuera una mujer yo me hubiera casado contigo’’. En la tarde el muchacho se fue a bañar al caño, y ya lo estaba esperando una muchacha negrita, bien delgadita, bonita ella, y le dijo al muchacho: “usted por lo que le dijo a la samura, por eso yo estoy aquí para casarme contigo’’. El muchacho la recibió, fue donde la mamá a contarle, que se había encontrado una muchacha que dijo que venía de lejos, del lado de abajo. El hombre se casó, paró casa, tumbó y sembró conuco.
Un día la mujer lo convidó a agarrar pescado para donde la familia que iban a chinchorrear, y se fueron a coger pescado, pero se decía entre si ‘’yo no había visto aquí esta laguna, solo había visto una vaca muerta con gusanos y estaba picha’’; era que los animales la habían transformado en pescado. Al llegar habían cantidades de mujeres negritas, todas parecidas. Llegó la mujer de él y se metió en el burdel y se perdió. El no se puso a agarrar pescado sino que quedó envilecido buscando para donde se le había ido la mujer. Esos hombres y mujeres negritas agarraban pescado en cantidad. Al terminar los otras muchachas se burlaban de él y le decían: “se perdió de su mujer porque todas somos parecidas’’. Cuando volvió a ver su mujer a ésta le dio risa con él, y le dijo: “listo vámonos”. Se fueron, pero el muchacho sospechaba algo. Miraba hacia atrás y las otras mujeres permanecían todavía en el lugar. Cuando tantico se había adelantado, volvió la mirada y sólo habían samuros que se iban volando.
Al llegar a la casa de la mamá le dijo que había visto mucha gente negrita y le pregunto que ¿de donde será esa gente?. Seguidamente le dio pescado a la madre, a lo que ella respondió: “¡yo no se!”. De pronto sean pura gente negra y así… Un día la muchacha le dijo al muchacho: “mi familia van a hacer fiesta, ¿usted va ir?”. Se fueron, pero la fiesta no era en esta tierra, era en el mundo de los samuros. Entonces los samuros le hicieron alas y lo prepararon hasta que el muchacho pudo volar y se fue con ellos. Al llegar allá se transformaron en personas otra vez.
Ellos tenían guarapo fermentado en un pozuelo, y le dijeron al muchacho: “reparta usted el guarapo”, lo mando el suegro, pero no baya a raspar el fondo del pozuelo sino solamente por encimita. El muchacho estaba malicioso a la segunda vez. Se metió y levantó para ver que era, y resultó ser “un pie con una pierna de un hombre muerto’’. El repartió esa última ronda y se hizo el borracho y afirmo: “no quiero tomar más porque me emborrache’’. Empezó a vomitar no de la borrachera sino por lo que vio.
El suegro le decía: “usted será que raspo el pozuelo, por eso no quiere tomar mas’’. “No, no, ya me emborraché”. Al otro día se vinieron a la tierra y ahí si le contó todo a la madre de que vivía con una samura. (De allí se trajo el baile típico de los Sálibas, es decir el bututo, que es una música de respeto, no se baila en cualquier época o momento. Cualquier persona no puede ejecutar este instrumento porque significa un agüero negativo)
Enseñanza: Cuando un hombre anda en lugar solo, no debe pensar, ni desear a una mujer porque le puede salir un espíritu personificado que lo trastornará y lo hará salir de la realidad.
Una mujer familiar de Rafael Quiteve, un día se fue a bañar teniendo la menstruación estando allí le salió un guio. Cuenta Dolores Joropa que siempre que iban a la fiesta de la candelaria la veía que tenia la barriga grande, esa mujer le pidió al bebe Juan Carlos Quiteve pero Dolores le dijo que ella ya iba a tener niño entonces le respondió que ese feto no era gente, ‘’es un animal, un guio’’.
Mientras estaba embarazada ya pasado el tiempo de dar a luz el pequeño salía y mamaba teta todas las noches, un día esa mujer le contó a la mamá esto, entonces la abuela dijo que le iban a poner una tinaja. Al salir el guio se fue enrollando dentro de esta. Después él buscaba a la mamá para volver a meterse pero no pudo y se fue al agua.
Siempre el padre del guio iba a visitarla, se convertía en hombre pero esto lo hacia de noche. El pequeño guio se fue para Venezuela y por allá dijo que para poder salvarse tenían que tirarlo en la frente y así fue se convirtió en un muchacho pero de este disparo quedo tuerto.
La madre del muchacho se fue enflacando hasta que pegó un chubasco y se la llevó. En el lugar donde murió se formó una laguna. Esta queda de Piñalito para abajo. El agua es clarita pero allí no puede llegar gente. El muchacho está en Venezuela.
Un hombre se casó con dos hermanas. Las muchachas desde que empezaron a convivir con el esposo eran muy juiciosas en la casa; no les gustaba salir a pasear para ninguna parte, ni cuando él salía a bailar. Con la hermana menor tenía una niña, y la mayor era estéril. Él siempre iba a la casa del suegro pero al llegar allá los cuñados se ponían medio bravo porque no les llevaba las hermanas y el suegro las hijas.
Un día fue de nuevo y no llevó a las mujeres. El las convidó, pero ellas no quisieron ir para donde el papá, decían que tenían pereza; entonces se fue el solo. Al llegar el suegro y los cuñados le preguntaron que porqué no trajo a las hermanas. Estaban bravos. Y todos se armaron: uno cogió un hacha, otro lancetas. Al entrar uno de los cuñados le advirtió: “váyase porque mi papá te va matar”, pero el hombre al cruzar la puerta el suegro con un hacha le cortó el cuello quedándole colgada la cabeza hacia un lado, y así se fue corriendo para su casa, desangrándose.
Iba gritando. Al escucharlo las mujeres se escondieron ‘’ustedes van a pagar por esto que me hicieron’’. El las llamaba pero no le contestaban. Él pensó y se dijo a sí mismo: “¿en qué animal que me voy a transformar”? “en pato ¡no!. En picure, ¡no!. No le voy a hacer el favor a ningún cabeza negra’’. Luego de tanto pensar ‘’en la perezosa’’ ya cantaba como ese pájaro Jooo Jooo, hasta que quedó convertido en esa ave. Entonces las mujeres se dijeron: “¿y nosotras que vamos a hacer?, ya nos mataron a nuestro compañero, en que nos vamos a convertir?”. “En garza ¡no!, en lapa ¡no!. Porque nos comen los cabeza negra. La mayor dijo: ‘’usted va se va ha convertir en tonina y yo en manati’’
Se zumbó con la niña y aguantó. Abollo mas adelante ya transformándose en tonina. Atrás la mayor saliendo más adelante también transformándose en manatí Volvieron a intentarlo pero esta vez ya aguantaron más respiración debajo del agua.
Después de su transformación salían todavía al paso donde ellas vivían a observar. La familia se dio cuenta y fueron allá, y les llevaban cadena, ganchos, anillos de oro. Le mostraban de todo pero ellas al ver a la familia se zumbaban. Las llamaban y hacían todo lo posible por volver a recuperarla con rezos. Pero ellas les dijeron: “ustedes no nos quieren por eso mataron a nuestro marido”, y así se consumieron y no las volvieron a ver.
Enseñanza: Cuando un hombre y una mujer desean irse a convivir, lo ideal e importante es que se cuente con el visto bueno y el apoyo de los padres. Durante la juventud hay que valorar la sabiduría de los mayores. También es conveniente que cuando un varón y una mujer deciden irse a convivir, el varón ya tenga organizado algunos elementos que le garantice a la mujer su amor y una buena vida, como: un conuco, una casa, un mercado permanente, herramientas y muebles adecuados.
INTRODUCCION: Pulú creó la gente. La raza de los indígenas tiene sangre espesa, aludiendo a la vitalidad y fuerza de su constitución corporal. Pulú insiste en que las indicaciones deben seguirse tal cual para obtener un mejor porvenir.
Cuentan los viejos que eso fue cuando Dios Pulú formó la gente. Un día apareció Pulú en forma de hombre. Éste anduvo recorriendo el mundo, hablando con la gente hasta que terminó, convidó a un hombre y se fueron por el río hasta la pata del mundo. Allá el río es como el pendare cuando se oscurecía se ponía duro y al aclarar que se calentaba el sol, volvía a derretirse y podían navegar.
Hasta que llegaron a donde iban, por allá habían muchos pueblos con gente y le dijo Dios Pulú: “nosotros vamos a pasar donde hay mucha gente pero usted no vaya a voltear a ver esos pueblos, pasemos derecho porque si no va a quedar ahí muerto”, y llegaron al pueblo de Dios donde vive Pulú y diciéndole “ya llegue donde yo vivo. Ahora usted regrésese sólo”, y le dio una perrita tuta pequeñita de guía, diciéndole que ella iba adelante y él detrás, así pasarán cerca de un pueblo. Si la perrita no entra, usted tampoco, ni volteé a mirar. Pasaban caños y el hombre con sed pero hasta donde la perrita tomara agua él también podía tomar, porque si no se envenenaba. El hombre miraba esa agua clarita, hasta que llegaron a un caño donde la perrita tomó agua, él también se pegó y siguieron hasta llegar.
Cuando Pulú, vino dicen que había un abismo hondo entonces él se cortó el dedo del corazón. La sangre le empezó a goterear y cada que caía se originaba una etnia. De las primeras gotas salieron los gringos, los españoles, franceses, etc., después los mulatos, raizales, etc., y de las ultimas gatas que eran más espesas salimos los indígenas ‘’gwaiga’’ y así Pulú formó la gente.
Después de formar la gente le dijo a los Sálibas y a las otras tribus: “hagan corrales porque les voy dar ganado”, pero los Sálibas no hicieron corrales, en cambio los blancos si hicieron potreros, entonces Pulú empezó a sacar ganado de la caverna, pero los Sálibas con el arco y flecha mataban el ganado, comiéndose la carne. Los blancos arriaron el ganado para los potreros por lotes, por eso los blancos son más ricos, económicamente, que los indígenas.